Autorretrato con el Pelo Suelto

Autorretrato con el Pelo Suelto

sábado, 12 de enero de 2008

"Solamente una vez,...": Frida y Diego

Frida, en su amor por Diego, fue cursi como romance mexicano de cantina. 0 talvés es que el amor tiene una etiología extraterrestre, de códigos indescifrables. Permitió en su vida una implacable presencia del pintor a quien adora, admira, ama, sufre, perdona infidelidades tremendas, lo venera. Sobre él escribe:

Diego, principio
Diego, constructor
Diego, mi niño
Diego, mi pintor
Diego, mi amante
Diego, mi esposo
Diego, mi amigo
Diego, mi padre
Diego, mi madre
Diego, mi hijo,
Diego, yo
Diego, universo. 20

De él dependen muchas veces sus recuperaciones y decaídas, de él sus varios intentos de suicidio.

Esto no la inhibe de la pasión por otros hombres y además por el tipo de vida que llevaron estaban cortos y largos períodos separados y había entre ellos un convenio de libertad y respeto, no obstante Diego aceptaba más sus aventuras con mujeres que con hombres y gozaba de una particular manera de verlas.

Por otra parte, Frida sentía de tal manera su piel lastimada, dependía tanto de afecto concretado en caricias y contactos físicos como del aire para respirar, que tampoco hubiese sido posible para un hombre darle satisfacción completa y menos a Diego, ocupadísimo, 21 años mayor que ella y metido en responsabilidades políticas y artísticas de alto nivel.

Se amaron hasta el final. Indiscutiblemente. Con transparencia y fuerza. Era el tiempo de "Solamente una vez"...y "Cuando ese prodigio anuncia el milagro de amarse hay campanas de fiesta que cantan en el corazón..."

jueves, 10 de enero de 2008